OTRA MUESTRA DE EXPLOTACION CULTURAL A RAPA NUI
CANADIENSE SE JACTA DE ACTO ARTÍSTICO REALIZADO EN ISLA DE PASCUA
GOBIERNO DE CHILE, ESTIMA MEDIDAS
Él es un "fotoescultor", diseña y esculpe sobre paisajes para fotografiar sus obras, la mayoría quedan olvidadas, seguramente esperando su autor que, en mil años más alguien se pregunte ¿qué querrían decir con esto?
Cuando intervino las arqueología rapanui, sabía muy bien lo que estaba haciendo, pero lo que no sabe, es las desgracias que se ha llevado consigo, puesto ha roto el TAPU, lo Sagrado y no es la Ley Terrenal que lo juzgará.
Desde niños, hemos venido escuchando a los abuelos contarnos historias de gente que se ha llevado algo que no deberían haber tomado y sacarlo de la isla; algunos de ellos, decían los Tupuna (abuelos), sin poder resistir más la presión de los Aku Aku, Espíritus o Varúas, que los atormentaban o los rodeaban con desgracias; regresaron o enviaron lo que se habían llevado, pidiendo que lo dejaran en el mismo lugar.
Con esta situación, sólo se está mostrando un ápice de lo que realmente ocurre en la isla y da pena que el mismo Presidente del Consejo de Ancianos, Don Alberto Hotus haya declarado que el canadiense no habría sacado ninguna piedra arqueológica, en circunstancias que la isla en sí lo es.
También hay recuerdos de una entrevista del Señor Alcalde Pedro Edmuinds, donde manifiesta que el canadiense lo que hace es dar más fama a la isla para que llegue más gente. Publicidad gratuita. Pero, ¿puede llegar cualquier foráneo, hacer lo que quiera sin dar explicaciones a nadie y llevarse los paisajes humanos, arqueológicos y naturales de la isla, así como así, apenas pagando por trabajo en terreno (si es que pagan) y después nada? En varias partes se han visto fotos, algunas publicitarias, con personas que conozco y probablemente no tengan idea que su imagen anda por el mundo, que genere recursos; ... y esa persona apenas si puede dar una vida digna a sus hijos.
Eso también es explotación.
Esto, da la razón a la fracción del pueblo rapanui que está de acuerdo con visar a quien ingrese al territorio insular, sea de quien sea o lo gobierne quien lo gobierne, ya provengan de donde vengan.
Proteger la cultura rapanui no es un juego político, no es cosa de darle más bola en período de elecciones para que los candidatos puedan dar su típico discurso "obtiene votos".
Deben promulgarse leyes de la República especiales para la Isla, leyes que admitan la postura del pueblo originario, porque aquí, algo más que la autonomía administrativa está en juego.
Más información en :
Karo Fisher/Miha Hereveri
Etiquetas:
Arqueologia
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